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Cómo gestionar nuestro tiempo

10/11/2011

Desde bien pequeños se nos enseña la importancia de una buena organización y orden a la hora de abordar los diferentes ámbitos de nuestra vida. Si no sabemos dedicar el tiempo preciso a cada uno de nuestros quehaceres podemos vernos abocados al estrés, la ansiedad o incluso al fracaso.

Lo mismo ocurre en nuestras empresas. Son muchas las tareas a desarrollar y parece que el tiempo de disponemos para llevarlas a cabo siempre es insuficiente. Por ello es necesario tener en cuenta una regla que parece de sentido común, pero que muy a menudo olvidamos: necesitamos priorizar y dedicar más tiempo a aquellas tareas que nos acercan a nuestro objetivo empresarial. Pero, ¿cómo realizamos esta criba, entre lo más y lo menos importante, cuándo son cientos las tareas que nos avasallan?

La clave en la eficiencia de la gestión de nuestro tiempo consiste, paradójicamente, más en saber dónde queremos llegar con nuestros actos que en centrarnos en la cantidad de tareas que somos capaces de hacer en el tiempo con el que contamos.

Con este objetivo en mente las cinco reglas para una eficiente gestión de nuestro tiempo serían:

  1. ¿Qué es lo que queremos? ¿Cuál es nuestro propósito final? ¿Qué es importante para nosotros? Si no sabemos a dónde queremos llegar posiblemente ninguna de las acciones que emprendamos sean satisfactorias para nosotros, porque ninguna acabará por convencernos plenamente. Debemos pararnos a pensar y encontrar la respuesta a estas preguntas, siempre basándonos en nuestros deseos y aspiraciones.

 

  1. Hacer más con menos. Debemos priorizar las tareas que realmente nos llevan a nuestro propósito final, y descartar (o dejar en un segundo plano) aquellas que menos nos aportan. No trabajes duro, trabaja inteligente: Si nos sigue faltando el tiempo hay que volver a preguntarte qué es lo que queremos conseguir y qué tareas hacen falta eliminar para llegar a ello.

 

  1. Usar la mente a nuestro favor. Hay que fraccionar nuestro desafío en pequeñas tareas. Consiguiendo poco a poco las metas se reforzará nuestra autoestima y estaremos preparados para afrontar los siguientes pasos. Sin embargo, si somos demasiado ambiciosos y las tareas se amontonan, tenderemos a querer dejar de lado nuestro objetivo.

 

  1. Crear una espiral en movimiento. Con nuestro objetivo claro hacer las tareas necesarias para lograrlo nos hará sentir bien. No hacerlas, por el contrario, nos hará sentir mal y tendremos la sensación de que no estamos actuando de la manera más eficiente Así que una vez hayamos pasado a la acción las ganas de seguir adelante irán incrementando.

 

  1. Mantener el equilibrio. El descanso es necesario para poder mantener un buen rendimiento a largo plazo, tal y como hacen los deportistas de élite. Hay que saber parar a tiempo y cuando surja algún motivo de estrés alejarse de él momentáneamente, para poder resolverlo una vez estemos llenos de energía y con la mente más abierta.

Así pues, los principios para una buena planificación de nuestro tiempo incluyen la necesidad de definir nuestro objetivo empresarial, elegir las tareas que nos llevan a su consecución, fraccionar dichas tareas, pasar rápidamente a la acción y buscar el equilibrio entre trabajo y descanso.

Fuente: www.leaderbuilding.com

 

La lacra del estrés en las organizaciones

06/10/2011

Es uno de los males de los siglos XX y XXI, sobre todo en las sociedades occidentales, el estrés, que en mayor o menor medida afecta a una enorme parte de la población, ¿quién no sufre situaciones estresantes de una manera más o menos periódica?. El estrés es necesario para la supervivencia, pero en su justa medida, el problema es que en nuestra época los niveles de estrés llegan a unos niveles que lo convierten en una patología que ocasiona graves perjuicios para la salud como insomnio, problemas coronarios, problemas psicológicos, etc

Según la Wikipedia, el estrés se define como una reacción fisiológica del organismo en el que entran en juego diversos mecanismos de defensa para afrontar una situación que se percibe como amenazante o de demanda incrementada. En este post vamos a hablar del estrés en el puesto de trabajo, el cual es cada vez más frecuente y que tiene grave consecuencias no sólo sobre el individuo que lo sufre sino sobre el conjunto de la organización, algunas de ellas son:

  • Mayor absentismo laboral
  • Mayor accidentalidad
  • Aumento de los errores
  • Mayor conflictividad
  • Disminución de la productividad

Obviamente, esta serie de situaciones suponen un enorme gasto tanto para las empresas como para los sistemas sociales de los gobiernos  por lo que es necesario plantearse posibles soluciones que minimicen el impacto del estrés.

Primero hay que tener claro cuáles son las fuentes del estrés en el trabajo, que son muchas y variadas, podemos diferenciar entre los estresores inherentes a las características del trabajo, los que proceden del desempeño de roles en la organización, los que provienen de las relaciones interpersonales en el trabajo, de las preocupaciones por el desarrollo de la carrera o los causados por la estructura y clima de la organización, y por supuesto las causas ajenas a la organización pero que afectan a sus miembros.

Si tenemos claro cuáles son los motivos del estrés, será mucho más fácil combatirlo con algunos de los siguientes métodos:

  • Mantener una dieta saludable
  • Hacer ejercicio de manera regular
  • Dedicar tiempo a las aficiones y hobbies
  • Trabajar la asertividad
  • Gestionar el tiempo

Vamos a centrarnos en las dos últimas ya que, en principio, parecen las más difíciles de trabajar.

Gestionar nuestro tiempo es una tarea a la que se le dedica menos esfuerzo del necesario pero que de una manera muy sencilla nos puede traer grandes beneficios, algunas prácticas recomendables son fijar prioridades, programarlas en calendarios, ponernos límites o lograr la ayuda de los demás

Trabajar la asertividad, nuestra capacidad para defender nuestros derechos sin perjudicar los de los demás, también como la habilidad para saber decir “no”. Esto nos permitirá defendernos y no cargar con tareas o responsabilidades que no nos corresponden y que nos provocan situaciones de estrés.

 

Fuente: www.es.wikipedia.org